Nací en la ajetreada Ciudad de México, en una familia de artistas. Crecí jugando entre lienzos y esculturas, viendo trabajar a mis padres y gozando los fines de semana de exposiciones, museos, teatro y conciertos de música clásica. Siempre fui muy apegada a mis dos abuelas que me enseñaban sus mundos, mi abuela Sol el mundo textil, de bordado y pintura en cerámica, y mi abuela Flor me hacía dibujos de sirenas y doncellas y me enseñaba todo lo que sabía de la ópera.
Crecí con estos fuertes modelos a seguir, rodeada de mujeres trabajadoras, soñadoras y artistas en su manera. Con tales modelos yo crecí queriendo alcanzar metas altas y la ambición me llevó a estudiar diseño de moda. Sin poder deslindarme de mi lado artístico terminé trabajando en vestuario escénico, vistiendo artistas de teatro, cine y cortometrajes, hasta alcanzar uno de mis sueños, trabajar para el Cirque du Soleil.
Mi espíritu seguía con ansias de más creatividad, más expresión y arte. Trabajé en varios proyectos donde aprendí mucho de modelos de trabajo y materiales, entre ellos el bordado en hilo metálico, la resina epóxica, arcilla polimérica y madera.
Guiada por mi madre, la pintora Maripé Icaza, seguí el aprendizaje en el mundo tan familiar de la pintura. Creando varias de las piezas que expongo en este portafolio que relatan eventos de mi vida persona, así como fobias, pesadillas y sueños, con toque satírico presentado en colores y formas. Mi personalidad hiperactiva y sensible es reflejada en cada una de mis pinturas.